Madrid.- Ya está listo el dispositivo preparado para que los militares tomen el control de la navegación aérea, aunque el Gobierno aguarda a que los controladores cedan y vuelvan a sus puestos de trabajo, según fuentes del Ministerio de Fomento.
El Gobierno aprobó hoy un decreto Ley por el que se autoriza al presidente del Gobierno a transferir los centros de control de los aeropuertos civiles, dependientes de Aena, al ministerio de Defensa.
En una intervención esta tarde, el ministro de Fomento, José Blanco, ha advertido a los controladores que, "si no deponen su actitud y se incorporan inmediantamente a sus puestos", el Gobierno aplicará el decreto que entrará en vigor a las 21.30 horas en el Boletín Oficial del Estado.
El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, José Jiménez Ruiz, y su equipo se han incorporado al gabinete de crisis formado en el Ministerio de Fomento, donde también están el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Fuentes del ministerio apunta que representantes del sindicato de controladores aéreos (USCA), que integra el 97% de estos profesionales, se encuentran reunidos en una cumbre paralela con miembros de Fomento, aunque no precisaron el lugar del encuentro.
En su intervención, Blanco ha repetido hasta tres veces la palabra "chantaje" con los controladores, a quienes acusa de "tomar como rehenes" a los pasajeros en esta situación de "extrema gravedad. "Una vez entre en vigor el decreto, se seguirán adoptando las medidas que procedan", añadió.
Según fuentes del Ejecutivo, también ha sido aprobada una reforma por la que los controladores que enfermen en el puesto de trabajo tienen que certificarlo allí ante un médico. Hasta ahora, Aena sólo podía comprobar esta situación enviando médicos a sus casas.
Aprovechando esta reforma, Fomento ha enviado médicos a todos los aeropuertos españoles ante la "falta masiva" de un 90% de los controladores que alegan "incapacidad" para trabajar por estrés y taquicardias.
Mientra tanto, el Ejecutivo negocia con el sindicato de controladores su vuelta inmediata a sus puestos de trabajo. El próximo cambio de turno es a las 10 de la noche, y de continuar esta situación habrá hasta media noche unos 250.000 afectados.
Aena denuncia que la actuación de los controladores podría ser sancionada con el despido disciplinario porque "constituye un delito según el artículo 409 del Código Penal". Según la Ley, aquellos que promuevan el abandono colectivo se enfrentarán a una multa de ocho a 12 meses de trabajo y suspensión de empleo por un tiempo de seis meses a dos años. Por su parte, los que tomen parte en el boicot "serán castigados con la pena de multa de ocho a 12 meses".
Las protestas de los controladores
Esta protesta se produce tras la aclaración hecha hoy en el Consejo de Ministros de la norma que regula la jornada de los controladores.
Con el objetivo de evitar las "interpretaciones erróneas", se ratifica un máximo de 1.670 horas al año trabajadas, pero aclara que "no se computarán en este máximo anual" las correspondientes a las actividades laborales de carácter no aeronáutico. Es decir, los permisos sindicales, las horas imaginarias y las licencias y ausencias por incapacidad laboral, así como las reducciones de jornada.
Frente a la ausencia masiva en los centros de control, el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Camilo Cela, ha pedido "calma y serenidad" al colectivo. "Lo que hace el decreto es corregir una vez más los defectos de una ley que pidió Aena y que se la dieron mal hecha", agregó el presidente del sindicato.
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