La agencia espacial estadounidense NASA detectó que el Sol ingresó en un extraño proceso de quietud, con una ausencia de manchas en su superficie, y de intensidad en las llamaradas y las tormentas.
La NASA había indicado en septiembre pasado que la presión promedio del viento solar -el torrente de partículas cargadas que embate la atmósfera terrestre y empuja los rayos cósmicos hacia los lindes del sistema planetaria- había caído un 20 por ciento desde mediados de la década de 1990.
El astrónomo alemán Heinrich Schwabe determinó a mediados del siglo XIX que los ciclos se cumplían con bastante regularidad cada 11 años, y eso ha continuado así durante más de 200 años. Pero este año las bajas fueron tan persistentes como las del mercado de valores.
Y aunque los expertos creían que se había tocado fondo en 2008, las gráficas siguieron cayendo.
En todo el año 2008 no se observaron manchas solares durante 266 días, esto es el 73 por ciento del período, y por ello los expertos creyeron que el ciclo tocaba fondo y empezaría a reactivarse.
Pero en el último trimestre, no se observaron manchas en 78 días, eso es el 87 por ciento de los días.
"Éste es el sol más tranquilo que hemos visto desde 1913", dijo David Hathaway, experto en manchas solares del Centro Marshall de Vuelo Espacial, en Huntsville, Alabama. En aquel año no se observaron manchas en el sol durante 311 días.
El asunto preocupa a los científicos porque estos quisieran prever cuándo llegará el próximo "máximo solar", una cima de actividad que dura de tres a cuatro años.
Las tormentas solares pueden causar perturbaciones en las redes de distribución de electricidad y las comunicaciones en la Tierra.
Un informe reciente de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, indicó que una tormenta fuerte durante ese período podría tener consecuencias catastróficas durante las cuales los gobiernos podrían perder el control de la situación.
La debilidad de los vientos solares podría permitir una irrupción mayor de rayos cósmicos en el sistema solar, con peligros crecientes para la salud de los astronautas, y menos tormentas geomagnéticas y auroras en la Tierra.
También se registró el nivel más bajo de irradiación solar en 55 años, lo cual indica un debilitamiento del campo magnético global del Sol.
Y además varias cápsulas espaciales de la NASA encontraron que el brillo del Sol bajó desde 1996 un 0,02 por ciento en las ondas visibles, y hasta un 6 por ciento en los rayos ultravioletas.
adnmundo.com
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