Riesgos excesivos, altos ejecutivos financieros de Wall Street quemando teléfonos de políticos y un fin de semana de infarto. Podrían ser las primeras imágenes de la última película de Hollywood sobre el origen de la crisis, pero desgraciadamente para todos son la realidad de 2011.
Cuatro años después de la caída de Lehman Brothers, la historia se repite. Esta vez el protagonista no es un coloso financiero, pero está muy cerca. La víctima en esta ocasión se llama MF Global, una de las mayores firmas del mercado de derivados (futuros) de EEUU, y ayer declaró la octava mayor bancarrota de la historia del país.
¿El motivo? Su excesiva exposición a la deuda soberana europea ha destrozado su balance. La semana pasada declaró unas pérdidas de 191 millones de dólares (134 millones de eruos) y aseguró que tenía una inversión de 6.300 millones de dólares en bonos de Bélgica, Italia, España, Portugal e Irlanda. Tras la noticia, las agencias de calificación de riesgos le bajaron el rating a la categoría de bono basura, el peldaño anterior a la quiebra.
La compañía, que dirige Jon Corzine, antiguo consejero delegado de Goldman Sachs y exgobernador de Nueva Jersey, tiene una deuda total de 39.700 millones de dólares y un total de activos que supera los 41.000 millones de dólares, frente a los casi 700.000 de Lehman Brothers.
Corzine pasó toda la semana pasada intentando vender las posiciones en deuda pública de países de la periferia europea que MF Global tenía en su balance, pero lo más que llegó a conseguir, a última hora del domingo, fue una oferta de Interactive Brokers, uno de los mayores intermediarios bursátiles del mundo, por mil millones de dólares. Eso destrozaba su balance, así que se han acogido al llamado capítulo 11, la bancarrota de EEUU. "Esto significa que ahora ya no van a pagar a ninguno de sus clientes y que será la autoridad pública quien se encargue de administrar sus activos", explica Miguel Ángel Rodríguez, analista asociado de XTB Brokers.
Entre los que se quedarán sin cobrar están sus principales acreedores: JPMorgan, que reclama unos 1.200 millones de dólares en nombre de sus tenedores de bonos, y el banco alemán Deutsche Bank, que reclama 690 millones. También estará afectado un nuevo conocido del mercado financiero español, el fondo de capital riesgo JC Flowers, que tantas incursiones ha intentado en las cajas españolas durante los últimos meses. Es socio de Corzine en MF Global.
Desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores aseguran que "están investigando la situación, aunque no parece que el impacto vaya a ser muy significativo". Aunque la prudencia se impone, los analistas consultados por Público tampoco ven que esta operación vaya a ser el Lehman Brothers del año 2011. "No pasará nada si esta es una operación aislada. El miedo que ayer reinaba en el mercado es que vengan otras detrás", advierte Juan Carlos Montero, analista de Capital Bolsa. Parece claro que la insistencia del presidente de EEUU en que se solucionara el problema europeo no era altruista. "El problema es que decisiones políticas se negocian pensando en los grandes. Y las empresas medianas como esta no pueden asumir el cambio de valoraciones (de la deuda) que se está negociando. Sí podríamos calificar este caso como un daño colateral", explica David González, analista de Dracon Partners.
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