La primera vez que compró huevos, leche y mermelada en un mercado al aire libre no usando euros sino una informal moneda de trueque, Theodoros Mavridis, un electricista desempleado, quedó fascinado.
"Me sentí liberado, libre por primera vez", dijo Mavridis en un café de esta ciudad portuaria. "Instintivamente me llevé la mano al bolsillo, pero no había necesidad de hacerlo."
Mavridis es cofundador de una red que crece rápidamente aquí en Volos, que usa la Unidad Local Alternativa, o TEM, en griego, para intercambiar productos y servicios (clases de idioma, servicio de niñeras, apoyo informático y comida casera) y para recibir descuentos en negocios.
Una mezcla de moneda alternativa, sistema de trueque y mercado al aire libre, la red de Volos ha crecido de manera exponencial durante el año pasado, de 50 a 400 miembros. Es sólo uno de varios de esos grupos que han brotado en todo el país a medida que los griegos, apretados por los recortes salariales, los aumentos de impuestos y por el miedo que les genera no saber si seguirán usando el euro, han buscado maneras creativas para hacer frente a un entorno económico completamente distinto.
"Desde el principio de la crisis han florecido estas redes en toda Grecia", dijo George Stathakis, vicedecano de la Universidad de Creta.
Hasta el gobierno está tomando nota. La semana pasada, el Parlamento aprobó una ley patrocinada por el Ministerio de Trabajo para estimular la creación de "formas alternativas de emprendimiento y desarrollo local", incluyendo las redes basadas en el intercambio de productos y servicios.
Aquí en Volos los fundadores del grupo insisten firmemente en que trabajan de manera paralela a la economía normal, inspirados más por la necesidad de solidaridad en tiempos difíciles que para que Grecia abandone el euro y vuelva a la dracma.
"No somos revolucionarios ni evasores de impuestos", dijo María Houpis, docente jubilada y uno de los seis cofundadores del grupo. "Aceptamos las cosas como son."
No obstante, agregó, si la situación de Grecia empeora y finalmente deja de usar el euro, redes como la suya están preparadas para llenar el vacío. "En ese imaginario caso, estaríamos preparados para hacerlo."
El concepto del grupo es simple. La gente se afilia por Internet a una base de datos. Una unidad de TEM equivale al valor de un euro y puede emplearse para intercambiar productos y servicios. Los miembros abren su cuenta con cero y acumulan crédito ofreciendo productos y servicios. Pueden pedir prestados hasta 300 TEM, pero se espera que devuelvan el préstamo tras un período predeterminado. Los miembros también reciben chequeras de vales TEM, impresos con un sello especial que dificulta su falsificación.
Varios comerciantes de Volos, entre ellos un veterinario, una óptica y una modista, aceptan la moneda a cambio de un descuento del precio en euros.
Un reciente vistazo a la base de datos reveló ofertas de clases de guitarra y de inglés, servicios de contaduría, soporte técnico de computadoras, descuentos en peluquerías y en el uso de los jardines para organizar fiestas. Hay un sistema de calificaciones para que la gente pueda describir sus experiencias, para poder mantener un control de calidad transparente.
El grupo también organiza un mercado al aire libre mensual que es una cruza entre una venta de garaje y un mercado de agricultores.
Para Houpis, la red tiene una dimensión psicológica. "Lo que más entusiasma cuando uno empieza es esa sensación de contribución", dijo. "Una tiene mucho más de lo que revela su cuenta bancaria. Tiene su cabeza y sus manos."
Mientras trabaja en su mesa de costura en su negocio del centro de Volos, Angeliki Ioanniti, de 63 años, dijo que da descuentos a los miembros de la red y que también ha intercambiado arreglos de ropa por ayuda con su computadora. "El hecho de que Volos sea una ciudad chica ayuda, porque hay confianza."
A cambio de euros y TEM, también vende aceite de oliva, aceitunas y jabón preparado por su hija.
Después de años de consumo rampante y crédito fácil, estas incipientes iniciativas hablan del nuevo estado de ánimo de Grecia, donde la austeridad ha hecho que la gente se reúna no sólo para protestar, sino también para ayudarse.
Iniciativas similares han surgido en otras partes. En Patras, una red llamada Ovolos, por una moneda de la antigua Grecia, fue fundada en 2009 e incluye una moneda de intercambio local, un sistema de trueque y un "banco de tiempo", en el que los miembros intercambian servicios como atención médica y clases de idiomas.
Traducción de Mirta Rosenberg
Fuente: http://www.kaosenlared.net/noticia/agobiados-algunos-griegos-empiezan-dejar-euro-recurren-trueque
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