Traducido por Gorka Larrabeiti |
El desastre es tal que nos hemos olvidado de los animales. Mientras continúa la pérdida de crudo en el Golfo, nos hemos acordado del ecosistema, los pescadores, la Corriente del Golfo, las playas, los ciudadanos, los robots submarinos, los peligros de las perforaciones en profundidad, los costes de la limpieza y la lluvia ácida, pero todo el mundo se ha olvidado de los habitantes de las aguas del Golfo, los animales.
Y resulta que los queman vivos desde hace tres meses.
Los “fuegos controlados" de los que ya hemos hablado, que se prenden para contener las grandes manchas de petróleo e impedir que alcancen la costa, son ya unos 300. Se emplean esa especie de colchones de contención mediante barcas que se disponen en círculo, y luego se prende fuego a todo lo que queda dentro, que es petróleo, pero también cangrejos, pelícanos, peces y sobre todo tortugas, las cuales persiguen los sargazos que recogen gran cantidad de petróleo y resultan un óptimo blanco para las hogueras.
Después de semanas y semanas en este orden de cosas, los testimonios de los pescadores han despertado a la opinión pública y la BP ha sido querellada por violación de la ley de especies protegidas. Así, la compañía ha autorizado el salvamento de las tartugas de esas “burn box”, desde donde se les rescata antes de que todo arda. Parece una solución algo improvisada, más parecida a una promesa que a otra cosa...
Entre tanto, el gobierno de EE.UU. Anunció una meida que dejó perplejo a más de un observador: según la Associated Press, el gobierno ha decidido hacerse con el control del sitio Deepwater Horizon Response, que ofrece información sobre las operaciones del Comando Unificado en el Golfo. El sitio que hasta ahora daba las imágenes de los robots submarinos, lanzaba llamadas a voluntarios, actualizaba la información sobre limpiezas en la playas; en suma, la voz oficial de la BP. Ha habido quien lo ha definido como censura: “El gobierno quiere controlar todo y pretende que se sepa sólo lo que considera oportuno", olvidando que el sitio DHR ha estado hasta ahora en manos de la censura BP y que en el fondo no se percibirá un gran cambio. En cualquier caso, suena extraño que un gobierno ocupe un sitio Internet.
Para terminar, cabe señalar que nacen depresiones por doquier. Me refiero a esos fenómenos que preludian tempestades tropicales y huracanes.
http://petrolio.blogosfere.it/2010/07/marea-nera-e-gli-animali-bruciati-vivi.html
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