Comienza la epidemia de muertes o efectos secundarios tras la campaña de vacunación
Las muertes en relación con la vacuna no son lo único, mucho más frecuentes son los incontables efectos secundarios derivados de ellas. Entre ellos hay un creciente número de abortos o de niños nacidos muertos después de que sus madres recibieran las vacunas. De hecho, en los prospectos de las vacunas de la gripe porcina los fabricantes reconocen que “la seguridad de estas vacunas para las mujeres embarazadas no se ha establecido”.
El CDC admite que hay dos veces más efectos secundarios con esta vacuna que con la de la gripe estacional, y que la tasa de efectos para el H1N1 es de 82 por millón.
La Afssaps el organismo de control francés habla de 0,5 por mil eventos adversos, es decir, de 500 por millón.
¿Cómo es que en los Estados Unidos los efectos adversos son 6 veces menos que en Francia?
Esta es solo una de las muchas incongruencias de este asunto que es cada vez más evidente incluso para el cuerpo médico. Así, por ejemplo, el reputado neurocirujano francés Dr. Girard ha expresado sus dudas sobre la validez de la farmacovigilancia 1.
Un aspecto importante a recordar siempre es que los casos declarados son solo la punta del iceberg, como ya hemos documentado en trabajos anteriores 2.
La Academia Nacional de Ciencias considera que la declaración espontánea de complicaciones vacunales es 50 veces inferior a lo que deberían ser 3.
El registro VAERS (Vaccine Adverse Event Reporting System) de los CDC, considera que solo se reportan un 10 % de todos los casos. El porcentaje del 10% es el que da el propio director del organismo oficial de control de alimentos y drogas, la FDA 4.
Y si esto te parece excesivo considera que tal vez se queda corto. En la Revista de la Asociación Médica Americana, Journal of the American Medical Association, el comisionado del organismo oficial de control de alimentos y drogas, FDA David Kessel afirmaba que solo se informa del 1% de los casos graves de efectos secundarios debidos a los medicamentos 4.
Esto significa que entre un 90 - 99% de los efectos secundarios graves debidos a las vacunas no son reportados.
Teniendo en cuenta esto, además del comprensible desinterés por reconocer la metedura de pata de la campaña de vacunación por parte de los organismos sanitarios y su habitual inercia administrativa, es evidente que las cifras de efectos secundarios están probablemente muy por debajo de la realidad.
Sin pretender ser exhaustivo he aquí algunas muestras clasificadas por países de lo que está pasando.
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