El Instituto Tavistock nació en 1947 con la aspiración de aplicar las ciencias sociales a diferentes ámbitos como el gobierno, la industria, la salud o la educación.
Desde entonces, allí acuden en busca de soluciones diversas organizaciones; desde empresas multinacionales hasta partidos políticos o servicios de inteligencia dispuestos a encontrar en la manipulación social la solución a sus problemas.
Así, surgieron diversas tendencias sociales para incitar al consumo o imponer determinadas corrientes de forma sutil pero eficiente, en ocasiones valiéndose del miedo de las masas para su control. Una conspiración silenciosa cuyos efectos continuarían hasta día de hoy…