viernes, 3 de diciembre de 2010

El Gobierno ultima la militarización del control aéreo ante el colapso de los aeropuertos


elpais.com

Los tres pasos de la intervención militar:

1ª Abrir al tráfico civil la decena de aeropuertos militares que hay en España. En Madrid se habilitará el de Torrejón.

2ª Desplazar a las torres de control de los aeropuertos civiles a los 300 controladores militares que existen en España.

3ª El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire seleccionará y decidirá cuáles son los vuelos prioritarios a realizar.



El Gobierno ultima la militarización del control aéreo en España ante el colapso generado por las "bajas masivas" del 70% de los controladores. Para poder tomar esta medida, que está prevista dentro de un decreto aprobado este mediodía por el Consejo de Ministros, el Ejecutivo, que ha dado un ultimátum al colectivo para acudir a sus puestos, ha publicado la norma de manera extraordinaria en el Boletín Oficial del Estado pasadas las 21.30. Además, el decreto también les permitirá realizar controles médicos "de manera inmediata" para verificar que los trabajadores realmente no están en disposición de realizar sus funciones. Según informa La Moncloa en su web, se "requiere a los controladores a la incorporación inmediata a sus puestos de trabajo y al cese en una actitud que está provocando fuertes perjuicios a los ciudadanos". La orden para que Defensa tome los mandos está sobre la mesa del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, lista para ser firmada si los controladores persisten en su actitud y los soldados ante las puertas de las torres a la espera de recibir la autorización.

Si los trabajadores no vuelven y el Gobierno pone en marcha la medida, el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, el teniente general José Jiménez Ruiz, que se ha unido al gabinete de crisis de Fomento junto al consejero togado del cuerpo jurídico militar Poyato Ariza, asumirá el control y pondrá en marcha el protocolo de emergencia. En primer lugar, se abrirán al tráfico civil los aeropuertos militares. Si no es suficiente, unos 300 controladores militares acudirán a las torres a dirigir el tráfico aéreo y, si tampoco esto basta para dar superar el colapso, el Estado Mayor seleccionará que vuelos son prioritarios o estratégicos. En caso de asumir el control y si los trabajadores, que están atrincherados en un hotel cercano a Barajas, no siguen sus órdenes, podrían enfrentarse a delitos castigados con penas graves.

Según informa AENA, el "abandono masivo o la falta de personal de controladores aéreos" ha obligado a cerrar el aeropuerto de Madrid-Barajas, Baleares y Canarias, los que concentran la mayor parte de operaciones, así como los de Galicia y ha forzado el cese de actividad en el resto de todas las infraestructuras de la red nacional. Ante el colapso del transporte aéreo, ha recomendado a los pasajeros que no acudan a los aeropuertos, que han activado sus planes de emergencia, y que soliciten información a sus compañías o través de su página web. También han puesto a disposición de los afectados un número de teléfono: 902404704.

Al menos 250.000 afectados

Al menos 250.000 personas se han quedado sin poder viajar por el cierre de aeropuertos, que se extiende a todo el país, y hay miles de personas colgadas en los aeropuertos, pero el número total de afectados aumentarán si la situación se prolonga más allá de medianoche, según ha informado el presidente de AENA, Juan Ignacio Lema. De momento, los aeródromos de Barcelona, Madrid, Palma y Gran Canarias permanecerán cerrados hasta las 08.00, mientras algunas compañías como Ryanair e Iberia han cancelado todos sus vuelos de salida hasta las 11.00 del sábado. Cerca de dos millones de usuarios tenían previsto coger un avión en este puente.

Las consecuencias de la situación es que los aviones que están en vuelo aproximándose a estos aeropuertos aterrizarán y el resto que ya están en el aire serán desviados. Por el contrario, ni puede despegar ningún vuelo de los centros cerrados ni ningún otro del extranjero que tenga como destino a la capital española, Baleares, Canarias y el resto de aeropuertos cerrados. La situación también está condicionando las rutas que sobrevuelan el espacio aéreo español, lo que hace que los problemas se extiendan a rutas internacionales. Según informan pasajeros afectados, los aviones que ya estaban de camino a las pistas de despegue han tenido que dar marcha atrás y sus ocupantes están siendo desalojados. Algunos de ellos han permanecido dos horas dentro de los aparatos.

Las bajas masivas de las que habla AENA han tenido lugar apenas dos horas después, en torno a las 17.00 (hora peninsular), de que el Consejo de ministros haya aprobado el decreto que regula su jornada laboral. La nueva norma incluye dos disposiciones por las cuales se militariza a los controladores en determinadas circunstancias, en las que pasan a depender de los mandos del Ministerio de Defensa. El texto reza así: "AENA deberá facilitar la inmediata aplicación de lo previsto en el artículo 4.4.a) de la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea, quedando sometidos los controladores de tránsito aéreo de la citada entidad a la dirección del Ministerio de Defensa, quien asumirá su organización, planificación, supervisión y control". "Ningún trabajador, órgano directivo u organización podrá dificultar o impedir la efectividad de dicha medida", agrega.

La otra, obliga a todos los controladores a someterse a reconocimientos médicos en el momento en el que se dan de baja. Además, también impide al colectivo computar dentro de sus horas de trabajo las bajas por enfermedad o los permisos familiares, una serie de modificaciones que han acabado por disparar la indignación del colectivo, que ha respondido multiplicando las bajas por motivos de salud.

En pie de guerra desde primera hora

Por la mañana, la directora de navegación aérea, Carmen Librero, mandó a los controladores una carta diciéndoles que de las 1.670 horas anuales que tienen que trabajar, todas deben ser de control efectivo. Esto es, que no podían contabilizar dentro de ellas los permisos o bajas, algo que se ha confirmado después en el decreto aprobado por el Consejo de Ministros. Unas horas después de recibir la comunicación, los controladores de Barajas y Baleares han adoptado lo que técnicamente se conoce como regulación rate 0, que solo se puede activar por razones de seguridad en los aeropuertos y equivale a estar "sin operaciones". Esto ha extendido los problemas al resto de la red nacional por su dependencia e interrelación con estos dos centros. Bajo este estado no se permiten despegues de aviones y sólo pueden aterrizar los que estén en aproximación final, ya que el resto debe de ser desviado.

El sindicato de controladores USCA, que ha reconocido que lo sucedido obedece a la aprobación hoy del nuevo modelo de gestión aeroportuaria, venía advirtiendo en las últimas jornadas que, tras un año de conflicto con el Ministerio por sus condiciones de trabajo, los ánimos en el colectivo estaban muy encendidos. También advertían de que cada vez les era más difícil controlar a sus afiliados, a los que hoy ha pedido "calma y serenidad". De hecho, a la misma hora que se confirmaban las bajas daban una rueda de prensa para afirmar que acataban el decreto. Por este motivo, descarta una huelga y asegura que la protesta ha sido "espontánea". Algunos miembros de este sector han mantenido una reunión "paralela" a la del gabinete de crisis con miembros de Fomento.

Lema, que acusa a los controladores de someter a "chantaje a la población española con el fin de mantener unos priviliegios que una ley aprobada en el Parlamento modificó", ha denunciado que los controladores "han abandonado masivamente sus puestos de trabajo" apenas dos horas después de iniciarse el turno de tarde, a las 17.00, aludiendo motivos de "incapacidad", en su mayoría con episodios de indisposición y mareos. Para AENA, que califica lo sucedido de "intolerable", se trata de una "comunicación de bajas concertadas y masivas" que se está produciendo en todos las dependencias, pero que ha tenido especial incidencia en Madrid y Baleares. Además, los trabajadores han exigido ser atendidos por médicos militares, lo que haría que el proceso fuese más lento. El presidente del organismo dependiente de Fomento ha explicado que los médicos del CIMA (Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial) se encuentran ahora en los centros de control para realizar reconocimientos para confirmar los motivos de las bajas. El regulador europeo Eurocontrol habla en su página web de "huelga encubierta", tal y como ocurrió el pasado verano.

Posible delito

AENA advierte a los controladores de que "la decisión de paralizar el tráfico aéreo en el país es de una extrema gravedad" que "además de constituir una falta muy grave que puede ser sancionada con el despido disciplinario", constituye "un delito según el artículo 409 del Código Penal". Este artículo dice: "Las autoridades o funcionarios públicos que meramente tomaren parte en el abandono colectivo o manifiestamente ilegal de un servicio público esencial y con grave perjuicio de este o de la comunidad serán castigados con la pena de muta de ocho a doce meses". En cambio, quien lo hubiese promovido, dirigido u organizado ese abandono pude ser castigado con "multa de ocho a doce mese y suspensión de empleo o cargo público por el tiempo de seis meses a dos años".

Este viernes era jornada de operación salida, tanto en las carreteras como en los aeropuertos, donde se iban a operar un total de 4.928 vuelos. En total se esperaba trasladar a 694.294 pasajeros. Hoy era la jornada de mayor concentración de tráfico del puente de la Constitución, ya que el miércoles, día de la operación retorno, se preveía un total de 4.524 vuelos para una oferta de 647.757 plazas. El jueves se preveían 4.217 vuelos, para 588.690 asientos. Mañana sábado, día 4, estaban planificados un total de 4.164 operaciones (634.644 pasajeros), frente a las 3.903 operaciones previstas para el domingo para trasladar a 588.048 viajeros. Ante el caos generado, algunas compañías como Ryanair han decidido cancelar 74 vuelos para hoy y mañana.

Madrid-Barajas tenía previsto recibir 1,27 millones de viajeros durante estos siete días, para los que hay programados un total de 7.950 vuelos, siendo el viernes y el jueves 9 de diciembre, los de mayor tráfico, con 1.282 vuelos y 1.212 operaciones, respectivamente.

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